¿QUIERES QUEDAR SANO? SEÑOR,
NO TENGO A NADIE
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Juan 5,1-16
DÍA 1 ABRIL CICLO -C
Se
acerca el final de Jesús como Hombre verdadero en nuestra tierra.
Jesús
sabe que sus milagros van a recrudecer la persecución;
pero también sabe que está llegando
su Hora.
Había
una piscina donde esperaban ser curados, milagrosamente, muchos
enfermos; entre ellos uno que llevaba treinta y ocho años sabiendo que, no
tenía las condiciones propias para ser curado en la piscina Betesda.
Yo
me inclino,
ante las personas que conozco, que están,
prácticamente, toda la vida enfermas y siguen, con sus labores cotidianas
o sus exigidos trabajos, viviendo en
paz, con fe, dando gracias a Dios por el don de la vida. Son personas elegidas.
Cuesta
entender la elección desde la fe
en el Amor de Dios
para los que usan sólo la razón; los que
viven la fe, desde el dolor, suelen ser personas que dan consuelo a quienes les van a consolar.
La
fe sólo se entiende desde la fe; como el testimonio de paz y esperanza desde el sufrimiento; esto,
para el mundo, es incomprensible desde su criterio de amor y desde su
concepto de Dios.
“No tengo a nadie que me meta
en la piscina cuando se
remueve el agua”
Muchos son los que no tienen a nadie que
acompañe su dolor físico o espiritual. No siempre los que están al lado acompañan.
¡No tengo a nadie! es la frase que
escuchamos de muchos seres humanos.
Como ayer decía, los hechos del Evangelio son para hallar luz hoy.
“Levántate, toma tu camilla y echa a andar”
“Muchos signos” tiene este milagro. Jesús muchas veces curaba en sábado para demostrar que, era Señor del sábado y que superaba la
Ley con Amor.
Para quienes viven años acompañados de la
enfermedad y el dolor, y su vida está apoyada en la verdad de la fe, ven como signo
de este milagro dos cosas que su corazón entiende:
1.
Que
Dios conoce su realidad y no está lejos de ellos, y
2.
Se sienten elegidos; difícil de
entender cuando lo dicen quienes sufren;
“Elegidos”, no como lo fue este enfermo
que nos habla el Evangelio de hoy, sino sintiendo
la presencia de Jesús que acompaña sus vidas; han
entendido, desde su fe, el porqué de esta elección y de este milagro.
El
camino de Jesús desde la encarnación fue una subida hasta el Calvario.
Jesús
eligió a este enfermo sabiendo que iba a precipitar la llegada a la cima donde nos revela la
omnipotencia del Amor.
Teresa
de Jesús y Juan de la Cruz no hacen solo poesía; han entendido el
Amor divino y también que Dios no envía cruces, pero que, siendo la vida
la que nos conduce de manera natural a que llegue el tiempo de la gran
soledad –“no tengo a nadie” es expresión de que, hay momentos de la vida
que los hemos de vivir solos-. En
este momento es cuando se entiende, desde la mejor poesía,
es decir, desde la Luz de la fe que, “la
cruz es el camino del cielo” ( Sta Teresa)
“Los judíos perseguían a Jesús,
porque hacia tales cosas en
sábado”
Decir
que tenemos fe,
y no tener claras estas cosas de Dios y
nuestras, es caminar a
ciegas tropezando cruces que molestan y hacen gritar al cielo, aun
desde muchas creencias.
Escuchemos
la voz de los creyentes que, viven con fe, esperanza y con sentido trascendente
su dolor.
F.
Allara
SANTORAL DEL DÍA
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