viernes, 27 de octubre de 2023

 EVANGELIO DEL DÍA  Lc 12, 54-59

"En aquel tiempo decía Jesús a la gente: "Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: "Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur decís: "Va a hacer bochorno", y lo hace. ¡Hipócritas!: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?

Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo"Palabra de Dios



MEDITACIÓN-ORACIÓN de hoy por Fray Federico Allara Aragó

“Sabéis adivinar el tiempo…”  

    Desde la Creación, Dios nos ha ido preparando, como quien educa a un niño, enseñándonos a andar y abrazándonos como un padre, para poder discernir el Hecho de la “plenitud de los tiempos”, que no es el del progreso de hoy, sino el tiempo en que el mismo Dios nos visitó. 

    El Pueblo elegido no supo discernir el momento singular de la Historia, y Jesús le acusó de saber adivinar el tiempo, pero no ver lo que desearon ver los profetas, mientras ellos lo tenían delante: Dios, “hombre como uno de tantos”; porque para ver a Dios hay que vivir la muerte real o espiritual. 

     Ahora somos nosotros los que nos hemos de preguntar si sabemos adivinar el tiempo y si somos capaces de discernir el momento que vivimos. 

    La referencia es la misma de siempre, la Verdad del Reino de Dios y la realidad del mundo en que vivimos

    Ayer no supieron ver en Jesús al Dios que conocían desde Moisés, a pesar de sus palabras y sus obras, aun reconociendo que todo lo hizo bien. 

    Hoy las circunstancias son peores, pues, no se trata de aceptar o no a Dios entre-nosotros, a través de todo el bien real y concreto que hacen tantas personas buenas, dentro y fuera de la Iglesia, que son el rostro de Dios; porque, de igual modo como el Hijo estaba anonadado en la Humanidad de Jesús, está hoy oculto, tanto en el pobre como en el que lo atiende. 

    Ayer y hoy, es cuestión de saber adivinar lo divino en lo humano. Hoy el peligro está en la Ideologías y en las Religiones que no son reflejo de lo que Dios nos ha mostrado en Jesús de Nazaret, que pudo afirmar para todos: “Amaos como Yo os he amado”. Es la hipocresía la que no ha cambiado. 

    Ayer y hoy, el pobre sigue a Jesús que le da el pan de cada día, el enfermo le pide que si quiere lo puede curar, el leproso es capaz de acercarse para que lo toque y el ciego para pedirle que quiere ver, pero los demás, que nos consideramos sanos, vivimos disfrazados, acercándonos a Jesús como si pudiéramos ocultar nuestro pecado, con practica sacramental subjetiva y seleccionada. Dice Jesús: 

“¿Por qué no juzgáis vosotros mismos lo que debéis hacer?”. 

    En medio de un mundo donde lo Ideológico, lo político, lo económico y lo religioso, han creado inseguridad, miseria, guerra y angustia, seguimos adivinando el tiempo, y no el momento que vivimos. 

    En medio de este estado inhumano de existencia, Dios ha establecido su Reino de Paz y de Amor conocido. 

    Por esto, ahora y aquí, es tiempo de experiencia de liberación, de reconciliación, de esperanza cierta, de paz y de resurrección. 

    Es cuestión de opción personal por el Bien y la Paz, en comunión y Comunidad. “Procurad reconciliaros mientras vais de camino”, dice Jesús. 

F. Allara




No hay comentarios: