“MI PADRE SIGUE ACTUANDO Y YO TAMBIÉN ACTÚO”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Juan 5,17-30
17 Pero Jesús les dijo: –Mi Padre no cesa de trabajar y yo también trabajo. 18 Por eso los judíos tenían aún más ganas de matarle, porque no solo no observaba el mandato sobre el sábado, sino que además se hacía igual a Dios al decir que Dios era su propio Padre. La autoridad del Hijo de Dios 19 Jesús les dijo: “Os aseguro que el Hijo de Dios no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve hacer al Padre. Todo lo que el Padre hace, lo hace igualmente el Hijo. 20 Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace; y le mostrará cosas aún más grandes, que os dejarán asombrados. 21 Pues así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, también el Hijo da vida a quienes quiere dársela. 22 Y el Padre no juzga a nadie, sino que ha dado a su Hijo todo el poder de juzgar, 23 para que todos den al Hijo la misma honra que dan al Padre. El que no honra al Hijo tampoco honra al Padre, que lo ha enviado. 24 “Os aseguro que quien presta atención a mis palabras y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, pues ha pasado de la muerte a la vida. 25 Os aseguro que viene la hora, y es ahora mismo, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan vivirán. 26 Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha hecho que el Hijo tenga vida en sí mismo, 27 y le ha dado autoridad para juzgar, por cuanto que es el Hijo del hombre. 28 No os admiréis de esto, porque va a llegar la hora en que todos los muertos oirán su voz 29 y saldrán de las tumbas. Los que hicieron el bien resucitarán para tener vida, pero los que hicieron el mal resucitarán para ser condenados. Pruebas de la autoridad de Jesús 30 “Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo según el Padre me ordena, y mi juicio es justo, porque no trato de hacer mi voluntad sino la voluntad del Padre, que me ha enviado. |
DÍA 2 ABRIL CICLO -C
Dice
el texto que los judíos tenían más ganas
de matarlo porque, “no solo quebrantaba el sábado,
sino también llamada a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios”
· Jesús, que hacía callar a
los que vivían la experiencia de sus milagros,
cuando va llegando el tiempo en que ha de volver al Padre dice, claramente, quién
es y a qué ha venido a este mundo.
· Jesús, ayer
y hoy, nos pone en la decisión de optar, desde la libertad
que nos ha dado, ante la Verdad que Dios existe y Quién es.
No
solo hemos de plantearnos quién es Dios
en nuestra vida, sino que, muy inconscientemente, damos por buena la herencia
de la vida, vivida en libertad, como lo más natural, como quien construye sin fundamentos.
Las
autoridades, escribas y fariseos, siendo creyentes,
ante Jesús que, les hablaba con hechos de la Verdad de Dios no quisieron aceptar que,
cumpliendo Él hasta
la última tilde la Ley la
superaba con Amor y Misericordia, y
deseaban poner fin a su vida aun teniendo
constancia de sus buenas obras.
El
Evangelio, Cristo, nos pone hoy ante nuestra vida tres frases claras:
1.
“El Hijo del Hombre no puede hacer nada por su cuenta sino
lo que viere hacer a su Padre”
Jesús pone bien claro hoy el objeto de nuestra fe.
Su Pueblo era creyente, y no podía dejar de serlo porque el objeto
de su fe eran las obras de Dios habiéndolo
liberado de la esclavitud del Faraón.
No basta decir “creo en Dios”, ¿Cuál es el objeto de nuestra fe?
Para mí es el Dios que Jesús me ha dado a
conocer; creo en Jesús, Dios y Hombre verdadero, y por Él puedo rezar a Dios
Padre.
Doy gracias por la fe, porque solo
se puede decir “creo” por su Espíritu Santo.
Creo en Dios uno y trino.
2.
“El Padre ha confiado al Hijo todo el juicio” Y explica qué es este juicio:
“Que todos honren al Hijo como honran al Padre.
El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo
envió”
(No minusvaloro el bien de toda vida religiosa y creyente; expreso las razones de la fe que, sin
obligar a negarse a sí mismo, exige abrir el corazón y la mente al Dios que
llama a la puerta en realidad humana, al que los creyentes de su Pueblo le cerraron
la puerta).
3. “Igual que el Padre
tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo”
Viene la hora en que
los que están en el sepulcro oirán la voz”
Lo oyeron de labios de Jesús, Lázaro, el hijo
de la viuda de Naín y la niña.
Jesús no
resucitó a todos los muertos en su paso, sino que fueron signos para poder creer que estamos
llamados a resucitar, a no volver a morir tras escuchar la voz de su Palabra.
Nos podemos conformar con alguna inmortalidad; Jesús nos ofrece la eterna y personal, por
el Espíritu que lo ungió y lo resucitó a Él.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
s. Francisco de Paola, eremita,
fundador de la Orden de los Mínimos
CANCIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS