miércoles, 2 de abril de 2025

 “MI PADRE SIGUE ACTUANDO Y YO TAMBIÉN ACTÚO”

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Juan 5,17-30

17 Pero Jesús les dijo:
–Mi Padre no cesa de trabajar y yo también trabajo.
18 Por eso los judíos tenían aún más ganas de matarle, porque no solo no observaba el mandato sobre el sábado, sino que además se hacía igual a Dios al decir que Dios era su propio Padre.
La autoridad del Hijo de Dios
19 Jesús les dijo: “Os aseguro que el Hijo de Dios no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve hacer al Padre. Todo lo que el Padre hace, lo hace igualmente el Hijo. 20 Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace; y le mostrará cosas aún más grandes, que os dejarán asombrados. 21 Pues así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, también el Hijo da vida a quienes quiere dársela. 22 Y el Padre no juzga a nadie, sino que ha dado a su Hijo todo el poder de juzgar, 23 para que todos den al Hijo la misma honra que dan al Padre. El que no honra al Hijo tampoco honra al Padre, que lo ha enviado.
24 “Os aseguro que quien presta atención a mis palabras y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, pues ha pasado de la muerte a la vida. 25 Os aseguro que viene la hora, y es ahora mismo, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan vivirán. 26 Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha hecho que el Hijo tenga vida en sí mismo, 27 y le ha dado autoridad para juzgar, por cuanto que es el Hijo del hombre. 28 No os admiréis de esto, porque va a llegar la hora en que todos los muertos oirán su voz 29 y saldrán de las tumbas. Los que hicieron el bien resucitarán para tener vida, pero los que hicieron el mal resucitarán para ser condenados.
Pruebas de la autoridad de Jesús
30 “Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo según el Padre me ordena, y mi juicio es justo, porque no trato de hacer mi voluntad sino la voluntad del Padre, que me ha enviado.

DÍA 2 ABRIL  CICLO -C 

Dice el texto que los judíos tenían más ganas de matarlo porque, “no solo quebrantaba el sábado, sino también llamada a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios”

·       Jesús, que hacía callar a los que vivían la experiencia de sus milagros, cuando va llegando el tiempo en que ha de volver al Padre dice, claramente, quién es y a qué ha venido a este mundo.

·       Jesús, ayer y hoy, nos pone en la decisión de optar, desde la libertad que nos ha dado, ante la Verdad que Dios existe y Quién es.

No solo hemos de plantearnos quién es Dios en nuestra vida, sino que, muy inconscientemente, damos por buena la herencia de la vida, vivida en libertad, como lo más natural, como quien construye sin fundamentos.

Las autoridades, escribas y fariseos, siendo creyentes, ante Jesús que, les hablaba con hechos de la Verdad de Dios no quisieron aceptar que, cumpliendo Él hasta la última tilde la Ley la superaba con Amor y Misericordia, y deseaban poner fin a su vida aun teniendo constancia de sus buenas obras.

El Evangelio, Cristo, nos pone hoy ante nuestra vida tres frases claras:

1.     “El Hijo del Hombre no puede hacer nada por su cuenta sino lo que viere hacer a su Padre”

Jesús pone bien claro hoy el objeto de nuestra fe.

Su Pueblo era creyente, y no podía dejar de serlo porque el objeto de su fe eran las obras de Dios habiéndolo liberado de la esclavitud del Faraón.

No basta decir “creo en Dios”, ¿Cuál es el objeto de nuestra fe?

Para mí es el Dios que Jesús me ha dado a conocer; creo en Jesús, Dios y Hombre verdadero, y por Él puedo rezar a Dios Padre.

Doy gracias por la fe, porque solo se puede decir “creo” por su Espíritu Santo.

Creo en Dios uno y trino.

2.    “El Padre ha confiado al Hijo todo el juicio”  Y explica qué es este juicio:

“Que todos honren al Hijo como honran al Padre.

El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió”

(No minusvaloro el bien de toda vida religiosa y creyente; expreso las razones de la fe que, sin obligar a negarse a sí mismo, exige abrir el corazón y la mente al Dios que llama a la puerta en realidad humana, al que los creyentes de su Pueblo le cerraron la puerta).

3.    “Igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo”

Viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán la voz”

Lo oyeron de labios de Jesús, Lázaro, el hijo de la viuda de Naín y la niña.

Jesús no resucitó a todos los muertos en su paso, sino que fueron signos para poder creer que estamos llamados a resucitar, a no volver a morir tras escuchar la voz de su Palabra.

Nos podemos conformar con alguna inmortalidad; Jesús nos ofrece la eterna y personal, por el Espíritu que lo ungió y lo resucitó a Él.

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Francisco de Paola, eremita, 

fundador de la Orden de los Mínimos


CANCIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS





lunes, 31 de marzo de 2025

 ¿QUIERES QUEDAR SANO? SEÑOR, 

NO TENGO A NADIE

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Juan 5,1-16

Jesús sana al paralítico de Betzatá
5
Algún tiempo después celebraban los judíos una fiesta, por lo que Jesús regresó a Jerusalén. En Jerusalén, cerca de la puerta llamada de las Ovejas, hay un estanque llamado en hebreo Betzatá. Tiene cinco pórticos, en los que, echados en el suelo, se encontraban muchos enfermos, ciegos, cojos y tullidos. [4] d Había entre ellos un hombre enfermo desde hacía treinta y ocho años. Cuando Jesús lo vio allí tendido y supo del mucho tiempo que llevaba enfermo, le preguntó:
–¿Quieres recobrar la salud?
El enfermo le contestó:
–Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se remueve el agua. Para cuando llego, ya se me ha adelantado otro.
Jesús le dijo:
–Levántate, recoge tu camilla y anda.
En aquel momento el hombre recobró la salud, recogió su camilla y echó a andar. Pero como era sábado, 10 los judíos dijeron al que había sido sanado:
–Hoy es sábado; no te está permitido llevar tu camilla.
11 El hombre les contestó:
–El que me devolvió la salud me dijo: ‘Recoge tu camilla y anda.’
12 Ellos le preguntaron:
–¿Quién es el que te dijo: ‘Recoge tu camilla y anda’?
13 Pero el hombre no sabía quién le había curado, porque Jesús había desaparecido entre la multitud. 14 Después, en el templo, Jesús se encontró con él y le dijo:
–Mira, ahora que ya has recobrado la salud no vuelvas a pecar, no sea que te pase algo peor.
15 El hombre se fue y dijo a los judíos que Jesús era quien le había devuelto la salud. 16 Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.

DÍA 1 ABRIL  CICLO  -C

Se acerca el final de Jesús como Hombre verdadero en nuestra tierra.

Jesús sabe que sus milagros van a recrudecer la persecución; pero también sabe que está llegando su Hora.

Había una piscina donde esperaban ser curados, milagrosamente, muchos enfermos; entre ellos uno que llevaba treinta y ocho años sabiendo que, no tenía las condiciones propias para ser curado en la piscina Betesda.

Yo me inclino, ante las personas que conozco, que están, prácticamente, toda la vida enfermas y siguen, con sus labores cotidianas o sus exigidos trabajos, viviendo en paz, con fe, dando gracias a Dios por el don de la vida. Son personas elegidas.

Cuesta entender la elección desde la fe en el Amor de Dios para los que usan sólo la razón;  los que viven la fe, desde el dolor, suelen ser personas que dan consuelo a quienes les van a consolar.

La fe sólo se entiende desde la fe; como el testimonio de paz y esperanza desde el sufrimiento; esto, para el mundo, es incomprensible desde su criterio de amor y desde su concepto de Dios.

“No tengo a nadie que me meta 

en la piscina cuando se remueve el agua”

Muchos son los que no tienen a nadie que acompañe su dolor físico o espiritual. No siempre los que están al lado acompañan.

¡No tengo a nadie! es la frase que escuchamos de muchos seres humanos.

Como ayer decía, los hechos del Evangelio son para hallar luz hoy.

“Levántate, toma tu camilla y echa a andar”

“Muchos signos” tiene este milagro. Jesús muchas veces curaba en sábado para demostrar que, era Señor del sábado y que superaba la Ley con Amor.

Para quienes viven años acompañados de la enfermedad y el dolor, y su vida está apoyada en la verdad de la fe, ven como signo de este milagro dos cosas que su corazón entiende:

1.     Que Dios conoce su realidad y no está lejos de ellos, y

2.    Se sienten elegidos; difícil de entender cuando lo dicen quienes sufren;

“Elegidos”, no como lo fue este enfermo que nos habla el Evangelio de hoy, sino sintiendo la presencia de Jesús que acompaña sus vidas; han entendido, desde su fe, el porqué de esta elección y de este milagro.

El camino de Jesús desde la encarnación fue una subida hasta el Calvario.

Jesús eligió a este enfermo sabiendo que iba a precipitar la llegada a la cima donde nos revela la omnipotencia del Amor.

Teresa de Jesús y Juan de la Cruz no hacen solo poesía; han entendido el Amor divino y también que Dios no envía cruces, pero que, siendo la vida la que nos conduce de manera natural a que llegue el tiempo de la gran soledad –“no tengo a nadie” es expresión de que, hay momentos de la vida que los hemos de vivir solos-. En este momento es cuando se entiende, desde la mejor poesía, es decir, desde la Luz de la fe que, “la cruz es el camino del cielo” ( Sta Teresa)

“Los judíos perseguían a Jesús, 

porque hacia tales cosas en sábado”

Decir que tenemos fe, y no tener claras estas cosas de Dios y nuestras, es caminar a ciegas tropezando cruces que molestan y hacen gritar al cielo, aun desde muchas creencias.

Escuchemos la voz de los creyentes que, viven con fe, esperanza y con sentido trascendente su dolor.

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Venancio, obispo de Salona y mártir




LA LEY Y EL SÁBADO