jueves, 6 de noviembre de 2025

 ¿CUÁNDO SE NOS QUITA 

LA ADMINISTRACIÓN?

  Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Romanos 15. 14-21

Lucas 16,1-8

16 Parábola del mayordomo astuto
Jesús contó también esto a sus discípulos: “Un hombre rico tenía un administrador que fue acusado de malversación de bienes. El amo le llamó y le dijo: ‘¿Qué es eso que me dicen de ti? Dame cuenta de tu trabajo porque no puedes seguir siendo mi administrador.’ El administrador se puso a pensar: ‘¿Qué haré ahora que el amo me deja sin empleo? No tengo fuerzas para cavar la tierra, y me da vergüenza pedir limosna... Ah, ya sé qué hacer para que haya quienes me reciban en sus casas cuando me quede sin trabajo.’ Llamó entonces uno por uno a los que tenían alguna deuda con el amo, y preguntó al primero: ‘¿Cuánto debes a mi amo?’ Le contestó: ‘Cien barriles de aceite.’ El administrador le dijo: ‘Aquí está tu recibo. Siéntate en seguida y apunta sólo cincuenta.’ Después preguntó a otro: ‘Y tú, ¿Cuánto le debes?’ Este le contestó: ‘Cien medidas de trigo.’ Le dijo: ‘Aquí está tu recibo. Apunta sólo ochenta.’ El amo reconoció que aquel administrador deshonesto había actuado con astucia. Y es que, tratándose de sus propios negocios, los que pertenecen al mundo son más listos que los que pertenecen a la luz.

DÍA 7 NOVIEMBRE CICLO  C

·   La liturgia de la Iglesia católica nos permite conocer los textos del Evangelio, en su celebración diaria, que no es lo mismo que leerlos y estudiarlos de manera individual; nos ayuda a vivir la vida comunitaria de la fe y, los textos se repiten, por estar escritos los sinópticos por tres evangelistas y el cuarto por S. Juan.

No nos podemos quedar con la letra de los textos, porque es Cristo vivo a quien escuchamos y proclamamos en cada celebración, y es el Espíritu Santo el que da vida a los textos, el que nos lleva a vivir a Jesús.

Hoy la Palabra de Dios, nos plantea el hecho de ser administradores.

-        La pobreza libera de esta cuestión; los pobres nada tienen que administrar.

-      Los ricos no se liberan, al contrario, les preocupa administrar los bienes y sufren por conservarlos y aumentarlos.

Los más ricos, en el sentido de creer que son dueños de sus bienes, a veces, pierden el sentido de ser administradores.

·    El engaño mayor es no interrogarnos sobre el misterio de la vida porque, en definitiva, todos somos ricos, por ser la vida la única riqueza que, desde la fe, no muere, siendo el verdadero problema de todo ser humano: saber administrar su propia vida, en presente y ante su futuro.

¿De qué nos sirve crecer en bienes, si no sabemos administrar los valores que la vida lleva implícitos, para vivir en libertad, en verdad y en paz?

El error es dejar la vida en manos de los criterios del mundo olvidando que, somos responsables administradores de la propia vida.

La parábola que usa Jesús es la de un hombre rico que tenia a uno que le administraba sus bienes.

Una cosa es administrar los propios bienes materiales o que alguien los administre, y otra es que, nadie nos puede liberar de nuestra propia vida; toda decisión o indefinición es siempre la respuesta personal a la vida.

“Dame cuenta de tu administración”

·    Desde la fe el último en pedir cuenta, de la administración de los bienes y de la propia vida, será Dios; mientras vivimos se nos puede pasar por alto que, la administración de bienes y de la vida pasa por lo que somos y hacemos al prójimo. Dios ve lo hecho al prójimo, como hecho a Él.

¿Es mejor no tener fe?

Sería un verdadero engaño, porque la vida del prójimo ante nosotros es una realidad ineludible. El prójimo, tarde o temprano, llama a nuestro interior, seamos creyentes o no, y el amor, o el egoísmo, iluminan para bien o para mostrar el grado de omisión, olvidado el prójimo que necesita nuestra vida.

¿Cuándo se nos quita verdaderamente la administración de la vida?

-        Al morir.

Poco discernimiento hace quien espera hasta la muerte.

Es la vida misma la que nos lleva de la mano haciéndonos, poco a poco, dependientes y, menos dueños de las condiciones de la vida.

Quien opta por entender el valor de la pobreza aprende pronto a ser buen administrador de su vida.  

Federico Allara

SANTORAL DEL DÍA 

s. Prosdócimo, primer obispo de Padua


EN TUS MANOS









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