"HAY ÚLTIMOS QUE SERÁN PRIMEROS Y PRIMEROS QUE SERÁN LOS ÚLTIMOS"
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
Lucas 13,22-30La puerta angosta (Mt 7.13-14,21-23) 22 En su camino a Jerusalén, Jesús enseñaba en los pueblos y aldeas por donde pasaba. 23 Alguien le preguntó: –Señor, ¿son pocos los que se salvan? Él contestó: 24 –Procurad entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos querrán entrar y no podrán. 25 Después que el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, vosotros, los que estáis fuera, llamaréis y diréis: ‘¡Señor, ábrenos!’ Pero él os contestará: ‘No sé de dónde sois.’ 26 Entonces comenzaréis a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras calles.’ 27 Pero él os contestará: ‘Ya os digo que no sé de dónde sois. ¡Apartaos de mí, malhechores!’ 28 Allí lloraréis y os rechinarán los dientes al ver que Abraham, Isaac, Jacob y todos los profetas están en el reino de Dios, y que vosotros sois echados fuera. 29 Porque vendrá gente del norte, del sur, del este y del oeste, y se sentará a la mesa en el reino de Dios. 30 Y mirad, algunos de los que ahora son los últimos serán los primeros; y algunos que ahora son los primeros serán los últimos. |
DÍA 29 OCTUBRE
Jesús, siendo Dios, se presentó como Hombre verdadero y, como cualquier otro, para realizar su misión, “pasaba por ciudades y aldeas, y se encaminaba a Jerusalén”.
· La
vida de Jesús en el mundo, desde su comienzo mesiánico, fue tener la mirada puesta donde tenía
que ser su bautismo,
como final de su camino de redención
y salvación de toda la Humanidad; no perdamos de vista esto.
Hemos
sido sometidos todos a ser pecadores ante Dios y, ha sido su Amor el que ha querido salvarnos a todos.
· Jesús
envió a los Doce a todas las naciones para que, conocieran la Verdad del Amor y,
aceptándolo, fueran bautizados en el
Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; lo que le preocupaba
era que su Pueblo elegido llegara a estar fuera de la salvación que Dios
ofrecía a todos.
“Señor, ¿son pocos los
que se salvan?”
La respuesta de Jesús iba dirigida a su
Pueblo, y hoy la hemos de escuchar nosotros.
- A semejanza de su Pueblo, que no aceptó a
Jesús, los bautizados que formamos el nuevo Pueblo, como
bautizados en Cristo, hoy no vivimos
las consecuencias de una verdadera unidad en la fe, en Cristo Jesús.
“Esforzaos en entrar por
la puerta estrecha”
· Dios, que no tiene límites, por ser Amor en la simplicidad de su Ser, vino al encuentro de todos y de cada uno
de nosotros en la Persona del Hijo,
anonadado en la Humanidad de Jesús.
- La puerta del Amor divino es ancha, pero el conocimiento de su Amor pasa
por la puerta estrecha porque, no
hay otro modo de conocer la Verdad del
único Dios revelado fuera de Jesús; no entro en la realidad, ni en
la razón de ser y ni en el fin de todas las demás Religiones.
Los bautizados tenemos que procurar creer el
Credo de nuestra fe. Ahora es tiempo, no sólo de
discernir, sino de decidir sobre el don de la fe.
Que no nos entretenga el pluralismo
informativo; tenemos la verdad
del Evangelio para decidir.
“Os digo que muchos
intentarán entrar y no podrán”
· Miremos la vida de los que, en su tiempo, entraron en la
experiencia del Reino de Dios conociendo
y siguiendo las huellas de Jesús.
Saber de su libertad, su felicidad, su
entrega, su testimonio dando a conocer
la Verdad de Jesús, la “sabiduría” con la que han hablado, después de conocer al Crucificado, que
es hallar sentido al sufrir y a la tribulación, deseando subir a la Cruz para vivir la experiencia de paz del
Crucificado; es lo que hemos de reconocer en ellos para aprender los
bautizados en Cristo Resucitado.
“Hay últimos que serán
los primeros y primeros que serán los últimos”
-
¡Con qué claridad hablaba Jesús a los sabios
y entendidos de su Pueblo!
-
Seamos humildemente sabios y entendidos de
Jesús.
-
¿De
qué nos sirven otras sabidurías, o el entretenimiento de “ser y no ser”, si lo
único que importa es llegar a la “vocación de la libertad” para vivir
a Cristo en paz, con amigos y enemigos, como antesala de la felicidad eterna?
Federico Allara
SANTO DEL DÍA
CALMA MI ANSIEDAD, SEÑOR

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