DE ENTRE SUS DISCÍPULOS,
ESCOGIÓ A DOCE DE ELLOS
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
Efesios 2, 19-22 |
DÍA 28 OCTUBRE CICLO C
El
Evangelio es el mismo, desde ayer y para siempre, porque lo es Jesús, Dios y Hombre. Verdadero.
Como
el Evangelio es Cristo, cada día,
aun repetido, es Palabra Viva, que
llega por el Espíritu a nuestro espíritu,
siempre nueva.
· En Jesús vemos la diferencia entre
vivir en Gracia y hacer oración.
Toda la Vida de Jesús fue
mesiánica;
en todo, lo que decía y hacía, era su libertad obedeciendo la voluntad del Padre.
Esto
es vivir en Gracia de Dios,
desde la cual, todo es dicho y hecho en Presencia de Dios y Dios en
Presencia nuestra. Jesús así vivía,
“Subía al monte a orar, y pasaba las noches orando a Dios”
- Su ejemplo nos dice que, no
es suficiente, aun siendo un gran regalo de Dios, poder vivir en Gracia, sino que, el amor, a su Ser Amor y a la Misericordia de
habérnoslo revelado, nos exige “pasar tiempos”, de nuestra
vida, dedicados sólo a Él en oración por
nuestro propio bien.
La
fe,
que nos da Luz para conocer el Amor, es
la que nos hace comprender que “Amor
con amor se paga”; así lo han entendido los que nos han
trasmitido su Vida de fe; han amado
mucho “el Amor” y han recibido de Dios el premio que da “el amor”;
no se han contentado con vivir en Gracia y ofrecer sus vidas. Han sabido
orar.
· Orar da la sabiduría de entender que, amar desde la fe “es
obedecer a Dios”
“Cuando se hizo de día, después de orar al Padre, llamó
a sus discípulos y escogió de entre ellos a Doce”
El Padre y el Hijo son uno; pero el
Hijo encarnado, y nacido como Hombre verdadero, obedece al Padre, no por Ley, sino por Amor, para cumplir, como Mesías Salvador, según su voluntad; no es el Hijo dependiendo del Padre, sino
Cristo Redentor y Salvador según la voluntad del Padre.
· La Vida de Jesús es toda de fe; la razón y el corazón no son capaces de
entender lo que nos dice el Amor, y sólo el Amor, al ver la Vida de Jesús y a
Dios crucificado.
Una de las exigencias de la fe, en el Dios revelado en Cristo, es la diferencia esencial de los Doce y todos los demás discípulos para
entender que, lo que ha dicho Jesús, y
lo que han vivido los Doce, por lo
que fueron elegidos, no es igual a todos los bautizados por más
que, participemos de la Naturaleza divina al ser bautizados y miembros del
Cuerpo Resucitado de Cristo y, Moisés dijera que, ojalá llegara el
día en que todo el Pueblo profetizara.
Atribuirnos, los bautizados, lo que es exclusivo
de Pedro, y del Magisterio de la Iglesia,
es sobrepasar los límites que Dios nos concede con el bautismo.
- Nos conviene tener presente que, los Doce elegidos no eran
hombres perfectos, sino pecadores y traidores; hasta el mismo Pedro;
para reconocer que, la Iglesia peregrina no es de bautizados perfectos, sino de
pecadores.
No pensemos que
nosotros, al margen de “Pedro”, podemos ser purificadores, de una Iglesia
pecadora, siendo también nosotros pecadores.
Sólo
Cristo ha sido la puerta estrecha de nuestra salvación, a quien los Santos han obedecido
libremente y, se han identificado con Él para ser eficaces desde
dentro de la Iglesia; no dependiendo sólo de nosotros estar dentro.
La Sociedad que, no respeta y obedece la jerarquía de sus valores pronto se resquebraja
y, se hunde en su propia edificación.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
MAR ADENTRO

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