“TU FE TE HA SALVADO”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
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Génesis 28, 10-22
Mateo 9,18-26
La hija de Jairo y la mujer enferma 18 Mientras Jesús les estaba hablando, llegó un jefe de los judíos, se arrodilló ante él y le dijo: –Mi hija acaba de morir, pero si tú vienes y pones tu mano sobre ella, volverá a la vida. 19 Jesús se levantó, y acompañado de sus discípulos se fue con él. 20 Entonces una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con hemorragias, se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de su capa. 21 Porque pensaba: “Con solo tocar su capa quedaré sana.” 22 Pero Jesús, volviéndose, vio a la mujer y le dijo: –Ánimo, hija, por tu fe has quedado sanada. Y desde aquel momento quedó sana. 23 Cuando Jesús llegó a casa del jefe de los judíos, y vio a los músicos que estaban preparados para el entierro y a la gente que lloraba a gritos, 24 les dijo: –Salid de aquí. La muchacha no está muerta, sino dormida. La gente se burlaba de Jesús, 25 pero él los hizo salir; luego entró, tomó de la mano a la muchacha y ella se levantó. 26 Y por toda aquella región corrió la noticia de lo sucedido. |
DÍA 7 JULIO CICLO -C
La
Vida de Jesús cambia,
radicalmente, la de los que lo encuentran,
y es ayuda cuando llegan tiempos
adversos, oscuros e irreversibles; entonces no se detiene uno en pensar
si tiene o no fe, ni cómo es su vida en relación con ella, sino que es Jesús, que nos conoce y nos ama, quien mueve a acercarse a Él, confiada
el alma necesitada, que acude con
fe.
El Evangelio
de hoy nos presenta
a dos personas necesitadas de Jesús
· Un jefe de los judíos,
que no podía entender de resurrección, como sus propios discípulos,
acude a Jesús por su hija muerta.
Cuando llegan momentos
irreversibles,
o la misma muerte de un ser amado, acudimos
a quien sabemos que nos puede ayudar de
verdad.
“Mi hija acaba de morir. Pero ven tú,
impón tu mano sobre ella y vivirá”
Su hija estaba muerta…, “ven tú…, y vivirá”.
Esta es la fe que salva;
la fe que sólo confía en quien puede salvar.
Estando su hija muerta le dice a Jesús: “Ven tú… y vivirá”
“La niña no está muerta,
está dormida”
Para muchos la muerte es el final de la
vida; para Dios es simplemente una dormición,
porque ha creado un alma inmortal
para cada ser humano.
Creer en la inmortalidad del ser humano nos
obliga a pensar dónde va la vida cuando se separa del cuerpo.
Entonces actúa la Ciencia, la
mente, los sentimientos, o la fe, que
nunca es sustituto irracional de los otros.
“Jesús cogió de la mano a la niña,
y ella se levantó”
·
La otra persona es una enferma que pensaba
que se curaría con solo tocar el manto de Jesús.
Este texto es escueto, como lo es prácticamente todo el Evangelio.
Nos dice lo suficiente para conocer los hechos y poner a prueba nuestra fe
en Jesús.
“Jesús se volvió y, al verla, le dijo:
¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado”
-
Jesús resalta la fe de esta mujer, pero no le dice por tu fe has sido
curada, sino has sido salvada; cuando el hecho de tocar a Jesús,
por su enfermedad, contaminaba desde la Ley.
Llegará el día en que nadie nos podrá curar:
-
El día en que la soledad de la
singularidad se
queda sin medios a su alcance;
-
El día de experiencia de pobreza y
dependencia real,
viendo que la Ciencia también queda sin poder.
Ante este día sólo queda la muerte,
la inmortalidad creída desde varios puntos de
ciencia y de creencias, la fe en Dios, o la nada.
La
actitud de Jesús era la de no tener acepción de personas:
·
Esta
vez se levantó ante la petición
de un jefe de los judíos para ir a su casa.
·
Luego
se volvió, ante la multitud
que lo seguía, porque su espíritu
notó la diferencia, y
mostró la liberación y la salvación donde hay fe.
También
en la vida cotidiana, la eficacia del
amor, de la amistad, de cualquier relación humana, depende de la fe que nos tenemos.
¡Cuánta
experiencia de amor nos perdemos por falta de fe!
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
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