ENSÉÑANOS A ORAR
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Haz Clic en los textos para leer y orar
Lucas 11,1-13
XVII DOMINGO T.
ORDINARIO CICLO -C
Génesis 18,20-32 |
No
es Dios nuestra común referencia, sino el color político o religioso que
se practica. Cada uno desde su color ve a unos justos y a otros
culpables, y a Dios “consintiendo”.
Dios
“consiente” por Amor,
decía ayer; porque todos somos
merecedores de su Justicia
por ser “parciales” en el juicio de los hechos.
En
el texto del Génesis
vemos como Abrahán no tiene otro argumento para dialogar, intercediendo ante
Dios por Sodoma, que el de la Justicia: “No sería justo que Dios castigara de
forma que murieran inocentes juntamente con los que son culpables”.
Dios es Justo “consintiendo” lo
que pasa habitualmente en el mundo porque, ante la injusticia del
mundo todos somos culpables; unos por ser causa, y
otros por consentir.
¿Crees,
de verdad, que tú eres inocente ante la realidad, con derecho a juzgar a Dios?
Abrahán
intercede por Sodoma porque
su función, como luego será la de
Moisés, es pedir a Dios por su Pueblo;
también porque, Abrahán tenía a sus familiares viviendo allí; la actitud es
diferente, si los otros no tienen nombre, a cuando son familiares.
Para
Dios todos somos sus hijos,
inocentes y culpables.
¡Qué
grande es, ante Dios, que haya seres
humanos justos e imparciales que le agraden!
“En atención a los diez
no la destruiré”
Dios es Amor de eterna Misericordia
y no necesita “ni diez ni uno” para ser Justo.
No olvidemos que nuestra vida, como la
de los habitantes de Sodoma, necesita de
su Misericordia para ser salvados de
una muerte eterna; y, por nuestra salvación, no necesitó de diez justos, sino a su Hijo, el único inocente, para salvarnos por Amor.
Lucas 11,1-13 |
Ante Abrahán y Moisés nos deberíamos detener mirando
cómo oran a Dios intercediendo
por el Pueblo; también los
discípulos se admiraban de ver rezar a Jesús.
Se nota cuando una persona “practica la oración” a
cuando “ora con fe, amor y confianza”.
La actitud no se improvisa; orar
no es cuestión de momentos puntuales; oremos como quien ha meditado hasta asombrarnos de poder relacionarnos, personalmente,
con Dios, desde la experiencia de fe; ver a Dios presente escuchándonos y dialogando con nosotros.
Hablar de oración es admirarnos de la fe
en Dios.
· Orar es pura Gracia suya, que da
el Don de poder relacionarnos
desde donde ha establecido su morada: el alma.
·
Orar es vivir la experiencia de que, el
abismo, que nos separa de Dios, sólo Él lo ha llenado de Amor para poder vivir el Don de su
Presencia.
·
Orar
es agradecer la Fe.
No somos nosotros quienes nos elevamos hasta
Dios; es el único Dios verdadero quien
se ha acercado hasta nuestro hogar. Ora el humilde que agradece ser
amado por Dios.
Los discípulos estaban acostumbrados a tiempos,
a modos y a oraciones hechas.
Nosotros
podemos ver cumplida la oración por la práctica litúrgica, los sacramentos y
los tiempos a ella dedicados; cuando, orar es algo más,
si pensamos realmente en Dios.
Estamos acostumbrados a decir que Jesús nos
enseñó el Padre nuestro.
Me llama la atención que Lucas suprima “nuestro”,
y se detenga en la palabra “Padre” para
resaltar lo “nuestro” en la petición
del pan y en lo que es común a todos de “sabernos pecadores y de perdonarnos”.
·
Jesús fue, y es para nosotros,
modelo de oración por su fe en el Padre, por su confianza puesta en Él.
De día se acercaba al prójimo en su
itinerancia y las noches las dedicaba a su Padre.
Las gentes se admiraban de Jesús al verle orar, separado, ausente de toda
realidad exterior; y también se
admiraban de su cercanía durante el día y, la comunión de amor por el prójimo
· El amor al prójimo, que Dios lo eleva como garantía del amor a
Él, se consigue conociendo el AMOR;
y el mejor modo de conocer a DIOS Y SU
AMOR es la ORACIÓN.
Nos hace falta “vivir momentos de separación de toda la realidad que nos circunda”
para volver a ella con amor,
desde la paz que da haber estado “separado a solas con Dios”.
Esta comunión con el prójimo, como “regreso del hábito de estar
con Dios”, nada tiene que ver con la solidaridad con el prójimo. La
comunión con el prójimo es imparcial.
· Desde el amor a Dios, y desde el Amor que
recibimos de Dios, se aprende a amar.
Francisco de Asís se “separó
del mundo, se adentró en la escucha del crucificado” hasta ser
capaz de buscar, amar y convivir con
los leprosos, de quienes huía cuando era del mundo.
Ojalá este domingo, que el Evangelio pone la Oración Única con
la que, Jesús respondió a la petición de
sus discípulos que les enseñara a rezar nos ayude a repensar por qué muchos creyentes se inclinan
a modos, manera y medios buscando consuelo y paz y no desean conocer,
ni entrar en la vida de los místicos,
que nos ofrece la Iglesia católica, como
verdaderos expertos en fe, amor y vida de
habitual relación con Dios; ellos son, por Gracia, instrumentos válidos para conocerlo,
creerlo y amarlo.
No confundamos la oración con la necesidad de
relajación; el mejor relax es la paz.
¡Cuántos Santos han sido modelos de
oración y de comunión con el prójimo, siendo
el medio por el que muchos han llegado al conocimiento de Dios y se han convertido, después de vivir
alejados de Él, o confundida la fe y la misma oración!
· Dios nos dé la Gracia de ser inoportunos; de no
cansarnos de estar con Dios; no sólo para pedir, sino para admirarnos de tener el Espíritu Santo en nuestra alma.
· Dios nos conceda la experiencia de sentir
su Presencia; da el Espíritu a quien se lo pide.
No olvidemos que, Dios está Presente siempre, como su Reino establecido en
el mundo; “el misterio” de desconocer, de pasar la
vida buscando, o de vivirlo sustituyéndolo, es nuestro.
¡El Padre nuestro es mucho más que una
oración!
Jesús, con la enseñanza del Padre nuestro, nos revela la forma de orar, de creer, de amar y de poder vivir en
medio del mundo.
Federico Allara
El autor, que es quien nos comparte
la Reflexión a la PALABRA DE DIÓS cada día,
nos hace llagar este libro,
desde su experiencia interior compartida,
la ORACIÓN DE JESÚS:
(Ciic en el nombre y la imagen)
No hay comentarios:
Publicar un comentario