lunes, 26 de mayo de 2025

 “AHORA ME VOY AL QUE ME ENVIÓ”

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Haz Clic en los textos para leer y orar)

Hechos 16, 22-34

Juan 16, 5-11

Pero ahora me voy para estar con el que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta a dónde voy; al contrario, os habéis puesto muy tristes porque os he dicho estas cosas. Pero os digo la verdad: es mejor para vosotros que me vaya. Porque si no me voy, el defensor no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. Cuando él venga, mostrará claramente a la gente del mundo dónde está la culpa, dónde la inocencia y dónde el juicio. La culpa la mostrará en ellos, porque no creen en mí; 10 la inocencia, en mí, porque voy al Padre y ya no me veréis; 11 y el juicio, en el que manda en este mundo, porque ya ha sido condenado.

DÍA 27 MAYO  CICLO  -C

Jesús, si vuelve a quien le envió, es que vino. Estuvo, pero no era del mundo.

La fe siempre es aceptar lo que no conocemos ni podemos alcanzar desde nuestra capacidad humana. Lo que no justifica que, nos neguemos a la fe por incapacidad; porque, tratándose de Dios, Él ofrece el modo de llegar hasta nosotros respetando nuestra dignidad, y libertad con la que nos ha creado.

Los discípulos se habían acostumbrado a su presencia, a escuchar sus palabras y a contemplar su modo de actuar, que les sorprendía viéndole hacer lo que no era posible en un simple ser humano.

Acostumbrarnos a las presencias sin dar valor a los actos, que vemos y nos sorprenden positivamente de los más próximos, y a no interrogarnos, es un defecto que deberíamos evitar; porque lo normal es valorar e interrogarnos sobre las razones que mueven al prójimo a mostrársenos con amor.

Con ello demostramos una indiferencia ante lo que nos “sorprende”; y podemos causarnos un daño propio y ajeno si lo hacemos como “norma”; es una contradicción en nuestras relaciones personales entre los más cercanos.

Acostumbrados al “buen amor”, lo más grave es que, ni aun diciendo Jesús que “volvía a quien lo había enviado” ninguno le preguntara: ¿Adónde vas?

·    Es el egoísmo, el que manifiesta la sorpresa cuando alguien, con quien se está bien, dice que se va.

·    Es el egoísmo, y no el amor, el que entristece el alma cuando no valoramos y no nos  interrogamos sobre "el amor conocido"

Dios con nosotros es, y ha sido, tan humano con su Presencia, Vida, Pasión y Muerte en Jesús que, cabe hasta la creencia indiferente a su Presencia, histórica ayer y sacramentada hoy, sin que, nos quepa la tristeza al no plantearnos, debidamente, su Presencia, su Amor y su ausencia.

Jesús dijo:

“Conviene que Yo me vaya, 

porque si no me voy, 

no vendrá el Paráclito, el Consolador”

·       El Espíritu Santo prometido tiene como función darnos a conocer la Verdad.

Sin Él no somos capaces de la fe que trasciende la razón en luz.

Si no aceptamos al Espíritu no alcanzamos la Verdad que Dios nos revela en Jesús, por más presente que esté, como nos lo demostraron los mismos discípulos.

·       El texto del Evangelio de hoy nos alerta ante la presencia del Espíritu Santo:

“Cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena”

“De un pecado, porque no creen en Mí.

De una justicia, porque me voy al Padre -habiendo justificado la Humanidad-

De una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado

Si los más conocedores de Dios revelan su esperanza en la Misericordia divina, examinémonos de nuestra fe, de nuestro amor a Dios y de la verdad de nuestro testimonio en el mundo.                                                           

Federico Allara 


SANTORAL DEL DÍA


VEN ESPÍRITU DE DIOS






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