JESÚS SE ACERCA CUANDO
NOS VE EN PELIGRO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
Juan 6, 16-21
DÍA 13 ABRIL CICLO -B
Cuando
la vida nos pone en situaciones graves, en el sentido de sufrir
por algo que causa herida en el alma, puede
que el sentimiento sea no entender a Dios y hasta dudar de su existencia
y de su amor.
Desde la lógica de la razón se ve la falta de coherencia de este razonar; sin embargo hemos de aceptar y acompañar a quien sufre desde la realidad del sentimiento que expresa. En la misma situación, otras personas se acogen al amor de Dios por hallar en Él el sentido de la vida.
La
narración de esta experiencia de los discípulos es muy escueta en Juan.
“Al atardecer los discípulos de Jesús bajaron al lago
y embarcaron hacia Cafarnaún, que es a la otra ribera del
lago”
El
Evangelio de Juan no dice que Jesús se había quedado rezando durante la noche.
“Jesús se acerca a ellos cuando estaban a tres o cuatro
millas
caminando sobre las aguas,
mientras el viento soplaba
fuerte y el lago se encrespaba”
La
vida de Jesús la tenemos que aceptar tal cual nos dicen los Evangelios.
No
podemos vivir sólo de lo que pensamos,
pues le daríamos la razón a la frase de Descartes: “pienso, luego existo”.
Pensemos
que, tal vez uno de los problemas del
mundo actual es que no interesa que el ser humano sea libre y
que pueda pensar y ser persona con decisión y conocimiento propios.
El
solo pensamiento lleva a saber que existimos, pero no al porqué, a la razón y al
sentido de la vida.
"Ellos, cuando ya habían recorrido unos cinco o seis kilómetros,
vieron a Jesús que se acercaba a la barca andando sobre el agua"
No es normal que un hombre camine sobre
las aguas, y menos aún en gran viento y con el mar encrespado.
No
se trata de ser crédulos; no nos lo hemos de
creer todo sin más -ni todo lo que se dice de Dios, ni del Papa, ni del mundo-,
pero sí interrogarnos.
El
interrogante lleva a una razón que piensa, trasciende y llega,
humanamente, a una medida de credibilidad humana, sin la cual no
se vive, siendo éste el camino que
conduce a credibilidad más alta razonada.
“Ellos se atemorizaron al ver a Jesús, que les dice:
No temáis, no tengáis miedo”
¿De
cuántas cosas tenemos miedo?
El
miedo es algo propio del ser humano. Demuestra que no domina
toda la realidad que lo envuelve.
Decir
que “no se teme a nada” no revela
seguridad, sino más bien prepotencia poco razonada.
No
es de razón temer a Dios.
Otra
cosa es el santo temor de Dios, don del Espíritu Santo.
Menos
humano es no temer a Dios por
desconocerle.
Hoy
sobran
dioses por faltar el conocimiento desde la fe en el único Dios.
Inmediatamente la barca tocó tierra.
¿En qué orilla te quedas?
SANTO DEL DÍA
AVE MARÍA
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