martes, 16 de abril de 2024

 EL PAN, SIGNO 

DE ALIMENTO ESPIRITUAL

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"


(Clic en los textos para leer)


Hechos 7,51-8,1


Salmos 30


Juan 6, 30-35

30 –¿Y qué señal puedes darnos –le preguntaron– para que, al verla, te creamos? ¿Cuáles son tus obras? 31 Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: ‘Dios les dio a comer pan del cielo.’
32 Jesús les contestó:
–Os aseguro que no fue Moisés quien os dio el pan del cielo. ¡Mi Padre es quien os da el verdadero pan del cielo! 33 Porque el pan que Dios da es aquel que ha bajado del cielo y da vida al mundo.
34 Ellos le pidieron:
–Señor, danos siempre ese pan.
35 Y Jesús les dijo:
–Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca más tendrá hambre, y el que en mí cree, nunca más tendrá sed.

DÍA 16 ABRIL  CICLO  -B


El pan era y es el alimento básico del pobre.

Ahora bien, el alimento verdadero del ser humano es el pan de una veraz y sincera comunicación; por llevar la huella de necesitar ser relación con los demás desde su íntima verdad.

La persona es su propio alimento si sabe y tiene una buena relación consigo misma, y es consciente de vivir desde su interior para ser evidente y en verdad en su relación con el prójimo, sin necesitar de los “medios actuales de incomunicación humana”.

Es muy normal asentir y hasta aceptar cualquier información, pero cuando se trata de Dios somos como la gente de su pueblo.

“¿Qué señal prodigiosa nos muestras para que te creamos?

¿Cuáles son tus  obras?

Pedimos señales prodigiosas, como si fuéramos señores dueños de la vida, con dignidad y poder para pedirle razones a Dios. 

Cuando olvidamos lo que somos y de dónde procedemos, somos capaces de cambiar lo que debe ser nuestro interrogante, exigiendo “irracionalmente” prodigios a Dios.

El pueblo recuerda el maná, que fue pan bajado del cielo, sin advertir que no era sólo alimento, sino signo de comunicación y de relación de Dios, manifestándoles su Amor más que su poder.

El pueblo, como le sucedió a Jesús en el hecho de la multiplicación de los panes, recordaba el pan sin saber valorar el signo.

El prodigio que no aceptamos es el hecho de la revelación, comunicación y relación que Dios ha querido tener con el ser humano, como razón de ser creado sobre todas las riquezas materiales.

No nos detenemos a entender la trascendencia de estas palabras:

“Mi Padre es el que os da el auténtico pan del cielo”

Seguimos materializando las palabras sin querer entender el signo.

¿Qué alimenta un trocito de pan de la Mesa? Nada.

¿Somos capaces de valorar lo que ha supuesto de Vida, de sufrimiento, de humillación y de muerte, de omnipotencia de Amor este pedacito de pan?

Si no valoramos el signo, que es de Presencia, de mutua relación personal, de verdadera intercomunicación, es que no queremos valorar el prodigio de Amor divino, desde su poder de humildad, para hacerse “uno de tantos” y ser así la única manera de poder ser Dios-con-nosotros.

Un Dios que se ha dignado anonadarse para entrar en nuestro propio hogar, con el fin de poder ser comensales de su Mesa, donde el pan es su mismo Cuerpo dado en vida y en muerte, y la bebida es su misma Sangre derramada, para poder vivir humanamente las primicias de un Banquete eterno en el tiempo.

Quien cree el signo dice:

“Señor, danos siempre de este pan”

A lo que responde Jesús:

"Yo soy el pan que da vida

El que viene a mí, nunca mas tendrá hambre, 

y el que en mi cree, nunca más tendrá sed"


F. Allara


SANTO DEL DÍA


SAN FRUCTUOSO DE BRAGA, MONJE Y OBISPO



PANGE LINGUA GLORIOSI





UN LIBRO PARA ORAR
Desde una experiencia personal. 
Oración ofrecida y compartida como medio para orar.



"Todas las parroquias tienen Sagrario
como lugar preferente, donde permanece Cristo Sacramentado.
Los creyentes católicos, no sólo celebramos el 
Memorial de Cristo Muerto y Resucitado, 
sino que gozamos de vernos acompañados por el Amor divino que recibimos del Altar. 
-Pan verdadero bajado del cielo que, 
como pedimos en el Padre nuestro, nos es dado cada día nuevo-.
Este Pan no se guarda para mañana, como no se guardaba el maná 
dado por Dios en el desierto al Pueblo liberado.
Este Pan es Presencia viva de la Humanidad de Cristo resucitado, 
que invita a agradecer y a ser acompañado 
en su Presencia de Amor en cada Sagrario"






No hay comentarios: