“…MUCHOS ULTIMOS SERÁN PRIMEROS”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Eclesiástico 35, 1-12
Marcos 10, 28-3128 Pedro comenzó a decirle: –Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido. 29 Jesús respondió: –Os aseguro que todo el que por mi causa y por causa del evangelio deje casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o tierras, 30 recibirá ya en este mundo cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con persecuciones; y en el mundo venidero recibirá la vida eterna. 31 Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros. |
DÍA 4 MARZO CICLO -C
Ayer
recodábamos que, ante Dios, siempre hay “algo”
que nos queda por dar.
Los
que le aman de verdad van dejando poco a poco este “algo” que
tanto cuesta arrancar de nuestra vida, hasta que consiguen darse para experimentar la libertad y la felicidad que
Dios promete a los que le aman.
Todos
los creyentes lo creemos, pero nos cuesta dar este “algo” con fe.
Somos
tan pobres que no aceptamos pensar que, la
medida de guardarnos de Dios es la medida de desconocerle y de
privarnos del saber que “da
razón de ser” a lo no entendido de la vida personal, ajena y del mundo.
Dice
S. Pablo:
“El tesoro lo llevamos en vasijas de barro”
La vasija de barro experimenta las desgracias,
pero el tesoro interior permanece intacto. En lo exterior crujen las heridas
pero, del tesoro interior de sabiduría emanan estas palabras de Job:
“Si aceptamos de Dios los bienes,
¿no vamos a aceptar los males?”.
“Aquel
que en el tiempo de los favores se olvida del temor de la calamidad cae en la
arrogancia por su actual satisfacción. Y el que en tiempo de la
calamidad no se consuela con el recuerdo de los favores recibidos es llevado
a la más completa desesperación por su estado mental”.
“El
recuerdo de los favores templa el sufrimiento de la calamidad, y la previsión de
la calamidad, modera la alegría de los favores” (S. León Magno)
Somos
egoístas hasta con Dios; con el Dios que
nos ha dado la existencia y, sobre todo, con el Dios que, para recuperarnos en libertad, ha sido capaz de hacerse uno como nosotros, para morir como ninguno
de nosotros.
Le dice Pedro a Jesús:
“Ya ves que nosotros
lo hemos dejado todo
y te hemos seguido”
A veces nos falta sensibilidad para pensar
que, si somos capaces de dejar algo es por el favor de Dios y,
si seguimos guardando lo que nos cuesta dar nos privamos del favor de Dios pensando
que, somos más libres y felices al desconsiderar que es una manera de liberarse
de Él. Un “sí”, que es un “no”.
Aun así esperamos la recompensa, hasta la de “la eterna inmortalidad”.
Nunca actuamos así cuando amamos a otro ser
humano; pero con Dios nos atrevemos con todo; no vemos en su paciencia y espera el mejor acto de
amor.
“Tú, Dios nuestro, eres bueno y fiel, tienes mucha paciencia y gobiernas el universo con misericordia” (Sb. 15,1)
“Muchos primeros serán últimos,
y muchos últimos serán primeros”
Las palabras de Jesús eran hirientes para los
letrados y fariseos, porque nosotros,
los últimos y paganos, hemos heredado gratuitamente la eficacia de la
Redención.
¡Dios no permita que, libremente, nos creamos tan sabios, como lo pensaron los letrados y fariseos, que
se negaron al don que superaba la liberación de Egipto, y nos neguemos a tener la experiencia de
ser miembros del Cuerpo de Cristo
resucitado por una vida que, se conforma con la pobreza del
propio modo de pensar sustituyendo a
la verdad de creer!
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
s. Casimiro, patrón de la Lituania
ENCUENTRO
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